¿Para qué sirve la música?

En una de las primeras clases de música que tuve la oportunidad de dar a nivel grupal y en una escuela, se me ocurrió plantear al alumnado la pregunta de: para qué sirve la música y por qué nos la enseñan en la escuela. No fueron muchas respuestas las que recibí, de hecho, creo que logré que ellos se formularan la misma pregunta en su interior. Entonces para ayudar al desencadenamiento del debate pregunté y pregunto ahora: ¿Para qué sirve la matemática? Bueno, la respuesta es sencilla, la matemática es una ciencia y una herramienta que nos ayuda a resolver problemas de cualquier índole, no sólo numéricos, hay matemática en las empresas, en las industrias, las construcciones, la economía. Hay matemática en el tiempo y en el espacio, en los astros y en la naturaleza misma y hasta en el supermercado.

Entonces pregunto: ¿para qué nos sirve la geografía? Bueno, nuevamente, la respuesta es muy simple, la geografía es el estudio del planeta en que vivimos. Nada menos, con todas sus características naturales y artificiales. Desde las montañas, los ríos y los mares hasta los países, las banderas, los límites, las políticas y las culturas.

Y ahora: ¿para qué nos sirve la historia? ¿No es evidente? Quizás para entender nuestro presente y tratar de no volver a cometer los mismos errores en el futuro. Conocer los cambios del hombre en el tiempo y en el espacio. Hay historia en los barrios, en las calles, en los pueblos, las ciudades, los países y los continentes, y así estamos.

Y podría seguir nombrando cada una de las materias que nos enseñan en la escuela: idiomas, biología, física, lengua y/o literatura y en ninguna hace falta pensar mucho para darse cuenta lo útiles que son, pero volviendo, ¿para qué nos sirve la música?

Una curiosidad de la música es que además de ser el arte de combinar los sonidos, es un estudio y hasta se podría decir que una ciencia. Los compositores probamos una y otra vez la mejor forma de combinar un acorde con otro, un sonido un ritmo, y/o varios. Y en esa prueba y error que está guiada por los conocimientos, el instinto y el buen gusto se va gestando el arte de combinar los sonidos.

En la música conviven todas las disciplinas que nos enseñan en la escuela. La lengua y la literatura son la materia prima de las letras de las canciones y vaya que hay canciones con un gran contenido literario. Ni hablar de la matemática, que es la herramienta que los músicos tenemos para medir intervalos, nomenclaturar la armonía, dividir una figura en tantas partes como sea necesaria para formar un ritmo deseado, llevar el conteo de compases, y pulsos a través del tiempo, indentificar frecuencias y muchas pero muchas cosas más. En cuanto a la geografía, claro está que la música es muy distinta según de dónde provenga, y no hace falta recorrer el mundo para darse cuenta, en nuestro país nomas, podemos identificar cientos de ritmos y estilos diferentes provenientes de diversos rincones del mismo. La historia de vida de los autores, o de la sociedad en la que se gesta la música es determinante en su estilo. El blues por ejemplo nace en el sufrimiento de los esclavos negros llevados al Delta del Mississippi, mientras que la música barroca proviene de otro costado del mundo en el que la sociedad la pasaba realmente bien, es por eso que la mayoría de la música clásica y barroca está inspirada en danzas festivas. Y podría seguir ejemplificando como en este bello arte confluyen todas las disciplinas y algo más, ese algo más es lo que yo llamo inspiración, pero a eso lo dejo para otra entrada.

Imaginen un mundo sin música. Prueben de mirar una película sin música. Yo tengo la teoría de que el 70 % de todo el sensacionalismo de las películas holiwoodenses están dadas por su musicalización, que dicho sea de paso, es realmente buena sobre todo en las películas de suspenso o terror, las animadas de Disney y todas las de Tim Burton.
El mundo va creciendo, en parte, por y para la música. Cada vez se desarrollan más formatos para almacenar audio, mejores reproductores, mejores sistemas sonoros. Los recitales cada vez son más completos, con pantallas gigantes, fuegos artificiales, show de lasers y cada vez más decibeles.

La música constituye, sin darnos cuenta, una parte muy importante de nuestras vidas y eso es gracias a los locos que se han animado a romper paradigmas y transgredir las normas y a los estudiosos que se animaron a analizar y vender tales transgresiones.

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