La vuelta al CD


Después de tantos años "coleccionando emepetreces" piratas me pica el bicho de volver al viejo pero no obsoleto CD. Desempolvé la vieja bandeja Sony para 5 discos que alguna vez le expropié a mi hermano mayor, la desarmé, me econtré con 4 discos que había olvidado: Back in Black de ACDC, Repertorio de Jaime Roos, un compilado de música Pop de los 80 que alguna vez encontré revolviendo el canasto de las ofertas de Musimundo y Sabina y Paez. Le cambié una correa estirada que impedía que la bandeja gire para la selección de discos y voalá! ahí está la bicha, intacta y fiel como el primer día. Le prolongué el cable fuente para que me llegara a la zapatilla y aproveché a cambiarle la complicante ficha de patas planas paralelas por una con patas oblicuas. Esto evita tener que estar buscando un adaptador brasilero de los que cada vez se hace más difícil conseguir. Además odio los adaptadores, antes que comprar uno, prefiero comprar un nuevo toma-corriente y reemplazarlo.

Desconecté la compu del amplificador para reemplazar esas dos fichas RCA por las de la que salen de mi bandeja y me llevé una grata sorpresa. El sonido es realmente alucinante. Tantos años engolosinado con el formato MP3 y me había olvidado cuan diferente era la calidad de sonido del clásico Disco Compacto. Sin nada de eso de Home Theatre ni sonido 7.1 ni la mar en coche, el viejo Kenia Stereo, dos parlantes bien ubicados, el volumen al palo y a disfrutar, hasta la música más berreta suena a cine.

Y acá estoy, con unas ganas terribles de correr a la disquería a proveerme de un listado de buena música que sólo vale la pena disfrutar en el viejo formato.

El hecho de haber nacido a mediados de los 80 me ubica en una múltiple dicotomía. Primero el vinilo, luego el disco compacto, luego el mp3. Primero el Walkman, luego el Discman y ahora el mp3, mp4, mp5 y así hasta el mp10. Primero el VHS, luego el DVD y ahora el Blue Ray. Primero las antenas, luego el cable y ahora la TV satelital, el high definition y los TV planos, plasmas, lcd y los led. Es que todo avanza tan rápido que no tenemos la posibilidad de disfrutar una tecnología que ya aparece algo nuevo que lo reemplaza y que muchas veces nos demuestra que lo viejo aún siendo viejo, es mejor.

Por suerte, con el CD no pasa lo mismo que pasó con el Vinilo. El MP3 jamás reemplazará el CD. Podrá ser práctico porque ocupa menos espacio, porque puedo cargarlo en el bolsillo y escuchar en cualquier parte sin sentir que lo llevo conmigo, pero jamás igualará la calidad de sonido ni la posibilidad de "palpar" la obra del artista y conocerlo un poco más.

La informática, la cybernética, nos van quitando tiempo para muchas cosas que fuimos y tuvimos y hemos olvidado. Nos ha robado más esquinas de lo que nos ha comunicado. Nos ha hecho creer en lo virtual como real y en lo abstracto como concreto. Y así, los años van pasando y cada vez somos más siervos de la tecnología en vez de la tecnología servirnos a nosotros. No obstante me encanta y sé disfrutarla muy bien, pero pobre de aquellos que no nacieron a mediado de los 80, que apenas tienen 15 A 18 años de vida y no terminan de salir del útero tecnológico sólo porque el sistema así lo pretende.

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